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La espina bífida

¿Qué es la espina bífida?

La Espina Bífida (EB) es una grave malformación congénita, que se incluye dentro del espectro de los Defectos del Tubo Neural (DTN). Se produce cuando la parte del tubo neural que forma la médula espinal no se cierra completamente entre el 23 y 26 día de embarazo.

Afecta a tres de los principales sistemas del organismo: el sistema nervioso central (SNC), el aparato locomotor y el sistema genitourinario. De ahí su gravedad. Además, produce una falta de sensibilidad y de fuerza más o menos amplia en relación al nivel de localización de la lesión. Más del 80 por ciento de los niños que nacen con Mielomeningocele (el tipo más grave de Espina Bífida) desarrollan además Hidrocefalia (acumulación de líquido cefalorraquídeo o cerebroespinal dentro de la cabeza, generalmente por su inadecuada absorción) . 

Se desconoce la causa que la provoca, aunque los expertos están de acuerdo en señalar que esta malformación se debe a la combinación de factores genéticos y ambientales.

Puede detectarse antes del nacimiento, mediante un diagnóstico prenatal, imprescindible cuando existen antecedentes familiares. Por desgracia, todos los exámenes tienen sus limitaciones y no se identifica en todos los casos.

No al 100%, porque no se conocen todas las posibles causas que lo originan.

Según algunos estudios, si todas las mujeres en edad fértil consumieran 0,4 miligramos de ácido fólico al menos 3 meses antes de quedar embarazadas y durante el primer trimestre del embarazo, si podrían reducir hasta en un 70% la probabilidad de que su bebe naciera con Espina Bífida. En cualquier caso, la ingesta de ácido fólico siempre debe ser bajo prescripción médica.

¿Se puede prevenir?

¿Existe algún tratamiento?

No existe un tratamiento definitivo para la Espina Bífida, aunque sí algunos abordajes que contribuyen a reducir o minimizar las consecuencias/secuelas de la malformación y permitir una mejor calidad de vida. No olvidemos que la Espina Bífida es para toda la vida, de momento no hay curación.

El primer paso en un bebé con Espina Bífida, es el cierre quirúrgico del defecto en el tubo neural, que incluso se puede llevar a cabo cuando está todavía en el útero de la madre. La meta de esta cirugía no es restaurar el daño neurológico, pues es imposible, sino prevenir la infección secundaria del tejido nervioso y de cualquier otro trauma que pueda sufrir la médula expuesta.

Información extraída de la web de FEBHI www.febhi.org

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